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domingo, 3 de febrero de 2013

La Salud del Yoga





Qué es el Yoga?


El Yoga es una ciencia holística de la vida, que se originó en la India hace muchos miles de años. Es el sistema de desarrollo y evolución personal más antiguo del mundo (más todavía que el profesionalismo), y abarca al cuerpo, mente y espíritu. Los antiguos yoguis (personas que practican el Yoga) tenían una comprensión profunda de la naturaleza esencial del hombre, y de sus necesidades para vivir en armonía consigo mismo y con el medio ambiente. Concibieron al cuerpo físico como un vehículo, en el cual la mente es el conductor, el alma, la verdadera identidad del hombre, y la acción, las emociones y la inteligencia, las tres fuerzas que movilizan el cuerpo-vehículo. Para que haya una evolución integrada, estas tres fuerzas deben estar en equilibrio. Aquellos primeros maestros, teniendo en cuenta la relación recíproca entre la mente y el cuerpo, dieron forma a un método para mantener este equilibrio, un método que combina todos los movimientos necesarios para asegurar la salud física con las técnicas de respiración y de meditación que han de garantizarnos la paz mental.



El Yoga en su vida


Son muchos los motivos por los cuales la gente se acerca al Yoga: mantener un cuerpo flexible y en formaaliviar alguna dolencia o simplemente porque sienten que no están obteniendo suficiente de la vida. Sea cual fuera la razón, el Yoga puede ser para nosotros un instrumento, una herramienta para conseguir no solamente aquello que buscamos, sino más. Para entender qué es el Yoga, es necesario experimentarlo personalmente. A primera vista no parece más que una serie de posturas extrañas, pero aquel que lo practique con constancia se dará cuenta de que su manera de encarar la vida ha cambiado, pues mediante la persistencia en la tonificación y la relajación del cuerpo, la mente comenzará a sentir un estado de paz interior que es su verdadera naturaleza. En esto radica la esencia del Yoga: realización y compresión de nosotros mismos que consciente o inconscientemente todos buscamos.


Pilares del Yoga



Son cinco, todos igualmente y deben formarse los pilares de nuestra vida misma, parte de nuestra cultura y costumbre:

  • La relajación adecuada. Libera la tensión de los músculos (estrés) y aporta al organismo una sensación de reposo tan reparadora como una noche sueño profundo. La relajación repercuta en todas tus actividades y te enseña a conservar la energía y a desprenderte de preocupaciones o temores.
  • El ejercicio adecuado. Lo proporcionan las posturas yóguicas, llamadas "asanas", que actúan sistemáticamente sobre todas las partes del cuerpo, estirando y tonificando músculos y ligamentos, manteniendo flexibles la columna y las articulaciones, y mejorando la circulación.
  • La respiración adecuada. Es una respiración plena y rítmica en la cual, para incrementar el aporte de oxígeno, se usa la totalidad de los pulmones. Los ejercicios de respiración yóguica, o pranayama, enseñan a recargar el cuerpo y a controlar el estado mental, regulando la circulación del prana, es decir, de la fuerza vital.
  • La dieta adecuada. Es nutritiva y equilibrada, y a base de alimentos naturales. Mantiene el cuerpo ligero y flexible y sosiega la mente, a la vez que confiere una gran resistencia a la enfermedad.
  • El pensamiento positivo y la meditación. Ayudan a hacer desaparecer los pensamientos negativos y a silenciar la mente, hasta trascender, en última instancia, todos los pensamientos.


El Yoga y la Salud



diferencia de la medicina occidental (la que todos conocemos), que es en buena medida una ciencai de la enfermedad y su tratamiento, el Yoga es una ciencia de la salud. Las enseñanzas del Yoga se basan en una comprensión intrincada y precisa del sano funcionamiento del cuerpo y de la mente del hombre, y sus técnicas están destinadas a sacar el máximo partido nuestro potencial de buena salud, vitalidad y juventud perdurables. Cuando incorporas el Yoga a tu vida cotidiana, eres como el propietario de un coche que se ocupa de su vehículo y lo cuida, manteniéndolo en funcionamiento, totalmente en forma y tan reluciente como si fuera nuevo, año tras año. Sin esta disciplina, somos conductor de un coche cuyo vehículo que no quiere arrancar por las mañanas, necesita de una atención onerosa y ocasionalmente de reparaciones importantes, y que, en última instancia, puede averiarse en un momento crítico, con graves consecuencias.

El estado natural del cuerpo es la salud: hasta mínima parte y la mínima función tienen un objetivo biológico que predomina sobre cualquier otro, que consiste en buscar y restablecer la salud en todo momento. Las heridas se curan, los huesos se sueldan, la fiebre baja, las toxinas se eliminan, la fatiga se repara... Tenemos a nuestra disposición un milagro de la biomecánica, que debería durarnos hasta la vejez tranquila y saludable.



El Yoga, peculiar entre todas las formas de cultura corporal, trabaja sistemáticamente todos los huesos, músculos y ligamentos, así como sobre los ciclos orgánicos de la digestión, respiración y circulación, que alimentan y reparan las células y tejidos; y el vital servicio de mensajería constituido por los nervios y las hormonas, que equilibran y regulan nuestras reacciones físicas, emocionales y mentales. Puede apreciarse porqué se la llama una disciplina integral u holística.

En la vida contemporánea, la experiencia de una salud vital y plena es una rareza, una vez pasada la infancia. Como no damos importancia a nuestro cuerpo (una parte de nosotros mismos), abusamos de él sin consideración. Nos pasamos largas horas privados del aire y del sol, en asientos incómodos, tragando presurosamente alimentos precocinados y poco nutritivos, sin encontrar un momento para estirarnos, para conceder al cuerpo oportunidad de moverse libremente, de relajarse en profundidad, de disfrutar del aire fresco o de alimentos sanos y naturales. Y si el cuerpo se queja, tomamos píldoras: silenciamos las señales que podrían alertarnos de un problema con ello dañamos aún más los sistemas naturales de reparación del cuerpo. Al volver a equilibrar esos sistemas naturales, el Yoga puede hacer mucho por restablecer la salud, incluso después de que años de vida malsana hayan dado por resultado las dolencias que tan familiares son para nosotros: estrés, fatiga, hipertensión, insomnio, reumatismo y mucha más.

Actualmente, todos los profesionales de la salud recomiendan que se haga ejercicio, pero los ejercicios del Yoga no tienen comparación. El principio que los yoguis entienden desde hace miles de años es que la ejercitación adecuada no está destinada a desarollar los músculos mientras consume nuestras fuerzas sino a estirar y tonificar suavemente el cuerpo y, sobre todo, a estimular la circulación, hasta el nivel celular incluso, de manera que los tejidos estén bien nutridos, los desechos se eliminen, los órganos vitales recuperen su eficacia plena y se restablezca el metabolismo de la salud.

Para la filosofía del Yoga, el cuerpo físico no es más que un aspecto de la salud, para la cual son igualmente importantes la mente y el espíritu. También la medicina ha comenzado a entender que, para que el cuerpo se arregle, la mente debe curarse. Pero el enfoque de la medicina es fragmentario, en tanto el Yoga integra la ciencia de la mente con la del cuerpo y el espíritu.


Extraído del libro "El Nuevo Libro del Yoga" del Centro Sivananda

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