Ya casi se termina la época de esta riquísima fruta de verano pero
esta bueno saber esta información para poder aprovechar todas sus
cualidades. Como mucha gente, seguramente usted también descarta las
semillas de sandía con el cuchillo del trozo antes de comerlo. Sabía
usted que las semillas de sandía se pueden comer (no en grandes
cantidades como toda semilla)? La próxima vez que esté comiendo
sandía le recomiendo que la coma entera, con semillas y todo.
Siempre tiene que masticar bien las semillas ya que sino el cuerpo no
puede digerirlas y se excretan enteras. Y si no me creés, mirá más
adelante los componentes nutricionales que tienen estas semillas.
Cuestión
de Costumbres
En la cultura occidental la sandía es una fruta con una gran
aceptación. Al igual que con la mayoría de las frutas, sus semillas
casi siempre se desechan y no se comen, pero sí pueden ingerirse, y
en otras partes del mundo dicha práctica es más común. En los
países asiáticos y del medio oriente las semillas de sandía se
recolectan y se asan para comerse como un aperitivo. En Nigeria se
utilizan en ciertas sopas. Las semillas de sandía tienen su propia
composición nutricional, incluyendo proteínas, grasas, hierro y
otros nutrientes, además de ser una fuente de calorías. [3]
Componentes
Nutricionales
En 1 taza (108 g) de semillas de sandía hay aproximadamente 602
calorías. En comparación con 1 taza de arroz integral cocido, que
contiene solamente 216 calorías, las semillas de sandía tienen un
número relativamente alto de calorías por gramo o por taza.
De las 602 calorías de 1 taza de semillas de sandía, 428 provienen
de la grasa, mientras que en el mismo volumen de arroz solamente 15
de las 216 calorías se obtienen a partir de ácidos grasos. Las
semillas de sandía están compuestas por alrededor de 50 por ciento
de aceite, lo que explica su relativamente alto contenido graso. Hay
51 g de grasa por cada 108 g de semillas de sandía, o 79 por ciento
de la cantidad diaria recomendada. De esos 51 g de grasa, 11 son
grasas saturadas y no contienen ácidos grasos trans.
Las semillas de sandía están compuestas por alrededor de un 35 por
ciento de proteína y son una buena fuente de dicha sustancia por
cada gramo. En 1 taza de semillas de sandía hay 31 g de proteína y
su calidad es razonablemente alta. De los nueve aminoácidos
esenciales, las proteínas contenidas en las semillas de sandía
ocupan un lugar destacado de entre todas menos una, la lisina.
Las semillas de sandía son una buena fuente de diversas vitaminas y
minerales. Cada taza contiene una cantidad significativa de las
siguientes vitaminas: Tiamina (14 por ciento del valor diario
recomendado), riboflavina (9 por ciento), niacina (19 por ciento) y
ácido fólico (16 por ciento). En cuanto a los minerales, las
semillas de sandía proporcionan calcio (6 por ciento), hierro (44
por ciento), magnesio (139 por ciento), fósforo (82 por ciento),
potasio (20 por ciento), zinc (74 por ciento), cobre (37 por ciento)
y manganeso (87 por ciento). [3]
Cómo
Comerlas?
Debido a su tamaño y su duro revestimiento exterior, si las semillas
de sandía no se mastican o se rompen antes de ingerirse pueden pasar
a través del tracto digestivo de una persona sin ser procesadas. Si
esto sucede, las semillas y sus nutrientes no serán absorbidos por
el cuerpo. Debes masticar las semillas de sandía antes de ingerirlas
si deseas obtener su contenido nutricional. [3]
También existe la práctica de usar las semillas recién extraídas de la sandía, licuarlas y colarlas con un colador no muy fino para aprovechar algo de fibra. O porque no licuar la sandía con semillas incluidas!
También existe la práctica de usar las semillas recién extraídas de la sandía, licuarlas y colarlas con un colador no muy fino para aprovechar algo de fibra. O porque no licuar la sandía con semillas incluidas!
Aspectos Terapéuticos
Masticar las semillas de la sandía es bueno para la salud de la
próstata. [1]
Las semillas o pepas de sandía, trituradas y en cocimiento 50 grs.
por litro de agua, poseen propiedades diuréticas. Se recomienda
beberla en abundancia. Es excelente Contra las enfermedades de los
riñones y de las vías urinarias. [2]
Aprovechemos los alimentos como la naturaleza nos lo da y seguramente
obtendremos una alimentación más completa en minerales, vitaminas,
proteínas, etc.
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