Se
lo conoce en sánscrito como Surya Namascar, donde surya
se traduce como “sol” y namascar como “saludo”. El
saludo al sol se compone de una sucesión de doce movimientos, que se
repiten varias veces una seguida de la otra y en coordinación con la
respiración, poniendo en acción toda la musculatura del cuerpo con
el fin de entrar en calor para la posteriores asanas.
“Tradicionalmente,
al amanecer, los yoguis practiban recibiendo al sol con un saludo.
Una sesión de yoga era incompleta sin el mismo. Suryanamascar es un
ejercicio ideal para comenzar a moverse, recibir el nuevo día,
prepararse para las asanas, calentar el cuerpo, tonificar los
músculos, despertarse e intensificar la respiración y el ritmo
cardíaco. El saludo al sol es el fundamento de la práctica,
establece la conexión entre el movimiento ya la respiración,
uniendo cuerpo, mente y espíritu.” [3]
Realizándola
individualmente y diariamente, por sí sola ya nos puede dar muchos
beneficios, continúese o no la práctica de las demás asanas
(posturas del yoga).
“La
salutación al sol constituye por sí sola un ejercicio completo que
puede practicarse perfectamente fuera de la sesión diaria de yoga”
[1]
Lo
más importante para poder realizar bien la secuencia es una correcta
sincronización de la respiración (espiraciones e inspiraciones) con
los diferentes movimientos de la secuencia. “Si no acompasamos bien
la respiración con el ejercicio, perderemos el valor que tiene como
sistema de calentamiento.” [2]
Efectos
Sobre la Salud [1]
- Tonifica al sistema digestivo al estirar y comprimir sucesivamente el abdomen.; da masaje a las vísceras (hígado, estómago, bazo, intestinos y riñones), activa la digestión, elimina los estreñimientos y evita la dispepsia.
- Fortalece los músculos abdominales y mantiene los órganos en su sitio. Elimina los estancamiento de sangre en los órganos abdominales.
- Sincroniza el movimiento y la respiración, ventila a fondo los pulmones, oxigena la sangre y desintoxica las vías respiratorias con la expulsión completa de CO2.
- Aumenta la actividad cardíaca y la irrigación sanguínea en todo el organismo, lo cual es importantísimo para la salud.
- Combate la hipertensión y las palpitaciones, tonificando las extremidades.
- Tonifica el sistema nervioso gracias a los sucesivos estiramientos y flexiones de la columna vertebral; regula las funciones del simpático y del parasimpático, favoreciendo el sueño (y disminuyendo el estrés). Mejora la memoria.
- Evita las inquietudes y elimina la ansiedad. Su práctica diaria restablece poco a poco el funcionamiento normal de las células nerviosas.
- Estimula y normaliza la actividad de las glándulas endocrinas (principalmente la tiroides) como consecuencia de los movimientos del cuello
- Refresca y satina la piel porque ésta evacúa gran cantidad de toxinas, ya que el ejercicio bien hecho produce una ligera transpiración hasta la aparición de sudor.
- Fortalece la musculatura de todo el cuerpo: cuello, hombros, pantorrillas y tobillos, sin hipertrofiar ni embotar la musculatura.
- Prevé la caída del cabello y reduce la tendencia al encanecimiento.
- Compensa esas nefastas consecuencias de los tacones altos, de los zapatos demasiado estrechos, de los cinturones, cuellos y otras prendas que opriman, mejora la condición de los pies planos y fortalece los tobillos.
- Elimina las adiposidades, sobre todo la grasa que se sitúa en el abdomen, caderas, muslos, cuello y papada.
- Elimina los malos olores corporales al expulsar las toxinas por los conductos naturales de excreción: piel, pulmones, instestinos, riñones.
- Aumenta la inmunidad a las enfermedades, al fortalecer el organismo.
- Da agilidad y naturalidad a los movimientos y prepara para la práctica del deporte en general.
- En resumen, proporciona salud, fuerza, eficacia y longevidad a las que tiene derecho todo ser humano.
Hay que tener en cuenta que disfrutaremos de dichos
beneficios siempre que realizemos una práctica frecuente de la
técnia. Mientras más lo practiquemos, más beneficios tendremos.
Considerando que su práctica no tiene costo, lleva escasos minutos
de práctica (pueden ser entre 3 y 10 minutos diarios) y los
abundantes beneficios que aporta, podemos deducir que es una gran
herramienta a tener en cuenta para mantenernos sanos y felices.
Algunas
Consideraciones [1]
- Se puede prácticar al principio cada posición por separado para luego hacerlas en secuencia.
- Tener en cuenta que deben considerarse los 12 movimientos como uno sólo, es decir, tienen que hacerse armónicamente uno tras otro como si se tratara de un sólo movimiento compuesto por múltiples posiciones en constante cambio.
- Los movimientos deben acompañar la respiración y no al revés. Se verá mas adelante en la técnica que cada movimiento se realiza exhalando o inhalando. Es importante que se exhale e inhale naturalmente (de manera profunda) y que los movimientos acompañen dichas exhalaciones e inhalaciones. No se debe intentar amoldar la respiración a los movimientos.
- No es posible lograr la perfección de entrada, hay que tener paciencia y practicar.
- Debe hacerse con el estómago vacío o que pasen algunas horas después de comer (lo ideal son 3 horas).
Técnica
Existen
muchas variantes del saludo al sol, mostramos aquí una imagen de la
secuencia ensañada por swami Sivananda y presentada por André Van
Lysebeth en su libro “Aprendo Yoga”. También veremos un video
explicativo para que sea más clara su ejecución.
Algunos
Errores Comunes [1]
La
espalda no está estirada
La
frente no se dirige hacia las rodillas con lo que la flexión queda
reducida en buena parte y la tiroides no es sometida a la presión
del esternón
La
cabeza no está levantada y la tibia no permanece en sentido
perpendicular al suelo
Los
talones no están contra el suelo. El cuerpo no forma una V invertida
porque la mirada no se dirige hacia el ombligo. En esta posición la
espalda no está estirada.
La
pierna está doblada correctamente pero el pie izquierdo no queda lo
suficientemente cerca de las manos. Al principio es bastante difícil
llevar el pie a su punto de partida. Para facilitar esta operación
hay que situar el peso del cuerpo sobre el otro pie y la mano
opuesta; de esta forma puede inclinarse ligeramente la pelvis con lo
que se facilita el desplazamiento del otro pie
[1]
Extraído del libro “Aprendo Yoga” de André Van Lysebeth.
[2]
Extraído del libro “Iniciándonos en Hatha Yoga” de Antonio
Morales.
[3]
Extraído del libro “Ashtanga Yoga” por It´s Yoga
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