Introducción
Es una hortaliza que pertenece a la familia de las umbelíferas, también denominadas apiáceas, y considerada la especie más importante y de mayor consumo dentro de esta familia. Es la forma domesticada de la zanahoria silvestre, oriunda de Europa y Asia sudoccidental. Se cultiva por su raíz mucho más grande, sabrosa y de textura menos fibrosa, pero continúa siendo la misma especie. Es un vegetal que pertenece al grupo de las hortalizas. Se cree que el nombre zanahoria proviene del árabe andarusí, que sería a su vez una corrupción del vocablo latino pastinaca, el nombre utilizado por los romanos para designar a la variedad silvestre. [4]
Composición Nutricional por 100g [5]
Agua: 88.70 %
Energía: 41 Kcal
Proteína: 0.90 g
Grasa Total: 0.10 g
Carbohidratos: 9.40 g
Fibra Total: 2.90 g
Ceniza: 0.9 g
Calcio: 32 mg
Fosforo: 28 mg
Hierro: 0.60 mg
Tiamina (B1): 0.05 mg
Riboflavina (B2): 0.04 mg
Niacina (B3): 0.60 mg
Vitamina C: 6mg
Vitamina A – Equiv. Retinol: 666 mcg.
Acidos grasos monoinsaturados: 0.01 g
Acidos grasos poliinsaturados: 0.07 g
Acidos grasos saturados: 0.03 g
Colesterol: 0 mg
Potasio: 323 mg
Sodio: 35 mg
Zinc: 0.20 mg
Vitamina B6: 0.15 mg
Ácido Fólico: 14 mcg
Propiedades Medicinales
Usada como alimento, es a la vez uno de los más valiosos recursos terapéuticos para todas las enfermedades.
En la alimentación puede usarse cruda, siendo así agradable de gusto y muy buena para fortalecer los dientes y las encías.
Las personas de mala dentadura pueden usarla rallada, sola o mezclada con otras verduras y aún se puede usar el jugo de la zanahoria.
También se puede usar la zanahoria cocida (preferible al vapor), siendo así muy saludable, aunque nunca igual a su estado crudo; para fines medicinales, la zanahoria cocida pierde su eficacia.
Siendo la más mineralizante y vitaminizante de todas las raíces, se recomienda para toda clase de enfermos, sin ninguna contraindicación.
Una de las principales cualidades de la zanahoria es su contenido en provitamina A o betacarotenos; esta vitamina es un potente antioxidante con propiedades anticancerígenas, especialmente de pulmones y de boca. Mejora la salud del corazón, la visión, la piel y las mucosas. Previene las cataratas y la hipertensión.
Es la hortaliza ideal para mejorar la piel, ya que la nutre, la hidrata y le devuelve flexibilidad y turgencia. Está especialmente indicada cuando hay problemas como eczemas, acné, alergias, etc. Su jugo crudo reduce la dermatitis, eczemas, psoriasis, acné, etc. El jugo es un desintoxicante natural, y en caso de gastritis protege y restaura la mucosa. Es muy bien tolerada en colon irritable, colitis ulcerosa, dispepsias, vesícula perezosa, hemorroides,etc. [2]
Los elementos vitamínicos del grupo B aumentan la capacidad inmunológica del organismo, lo fortalecen, y disminuyen el riesgo de enfermedades cancerosas.
La zanahoria contiene también otras sustancias que favorecen el funcionamiento de los vasos sanguíneos, activan la circulación arterial, bajan el nivel de grasa en la sangre, la tensión y el nivel de glucemia. El aceite volátil posee propiedades bactericidas. [3]
Es buena contra la inapetencia, pues las sustancias aromáticas que posee estimulan el apetito.
Disipa la flatulencia y combate los dolores punzantes de los costados; para esto se debe comerla después de las comidas.
Contra el estreñimiento, catarros intestinales causados por procesos de autointoxicación, se empleará una media docina de zanahorias crudas ralladas, repartidas durante el día.
Es diurética y emenagoga, pues provoca la orina y la menstruación en las mujeres. Además ayuda a romper y expeler los cálculos; para ello se utilizará en decocción.
La zanahoria suministra considerable mucina, una sustancia que sirve como ungüento y lubricante para las membranas mucosas.
Por su riqueza en fósforo es excelente como vigorizante para una mente cansada, y como restauradora de los nervios.
May E. Foley, dietista del “Massachusetts State College” dice que una persona cuya visión es mala con una luz poco clara, debido a la falta de vitamina A, debe comer zanahoria antes de manejar vehículos en la noche, pues su visión será mejor con toda seguridad.
La zanahoria cruda se recomienda muy especialmente a los niños; el hecho de que requiera una masticación prolija hace que los músculos correspondientes se refuercen, que los dientes se fortalezcan y limpien, y por otra parte que los intestinos se regularicen; hecho de suma importancia para los infantes.
Naturalmente los niños y enfermos con mala dentadura o con el aparato digestivo defectuoso, la usarán rallada.
Contra el raquitismo escorbuto infantil, anemia, etc., nada mejor que las zanahorias tiernas y crudas (por sus vitaminas).
Para sacar provecho, hervida es inútil para este propósito; pero sí rallada y mezclada con ajo picado o anís, combatirá eficazmente los parásitos intestinales.
Algunas veces, y esto es raro, luego de que se ha hecho un uso muy prolongado de la zanahoria, aparece una coloración amarillenta en la piel y la córnea del ojo, ello no debe confundirse con el de la ictericia o derrame biliar, pues desaparece inmediatamente de suspendido el consumo.
Encontramos que el zumo posee importantes cualidades, algunas de las cuales comparte con las de otros vegetales, y otras son propias, pues es esencialmente alcalinizador, antiséptico, normalizador de la sangre, excelente para los desórdenes digestivos, el adelgazamiento, las erupciones cutáneas, la acidosis, la debilidad del cabello y los ojos, la mala nutrición y las condiciones ulcerosas; además es un gran acrecentador del vigor y la vitalidad general.
Contra la debilidad visual e infecciones originadas desde el nacimiento, no hay nada que supere al zumo de zanahoria; como ejemplo tenemos el caso de L. H. Erwin, de Charleston, que es un gran creyente de la potencia del zumo de esta raíz. Rechazado por la marina de guerra a causa de su mala vista, fue aconsejado por un médico que se sometiera a una dieta de zumo de zanahorias. Erwin lo hizo; entonces compareció de nuevo en la estación de reclutamiento y pidió que le hicieran el examen de la vista nuevamente. El escéptico funcionario de reclutamiento arguyó contra ello, pero Erwin lo convenció. La cuestión es que Erwin pasó por estar completamente sano de la vista, gracias al zumo de zanahorias.
Su efecto curativo contra el reumatismo, gota, artritis y cálculos, lo debe a su enorme proporción de potasio, que combina con los ácidos.
En los casos de hidropesía, ascitis, edema, etc. también ejerce efectos neutralizantes de los ácidos, alcalinizándolos.
Su uso es igualmente recomendable en las afecciones de las vías urinarias, pues es excelente para los riñones.
Como antiséptico se puede tomar el zumo varias veces durante el día, especialmente en las enfermedades infecciosas como la fiebre tifoidea.
El sabio Metchnikoff, dice al respecto, que las zanahorias poseen ciertas propiedades antisépticas que tienden a limitar cambios putrefactivos dentro del cuerpo.
Es un expectorante útil en las afecciones del pecho, asma, catarros bronquiales, etc., en estos casos se tomará el zumo mezclado con un poco de miel o jugo de limón.
Donde se ven los mejores resultados es en las enfermedades de los niños, así en los casos de acidez gástrica, actúan alcalinizando las paredes del estómago.
[1] Extraído del libro “Como Vivir Sano” por la Asociación Interamericana de Biocultura.
[2] Extraído del libro “Dieta para una vida Sana” de la Licenciada en Nutrición Susana Zurschmitten.
[3] Extraído del libro “Dietoterapia” del autor Liu Guo Hua.
[4] http://es.wikipedia.org/wiki/Daucus_carota
[5] Datos del Instituo de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP).
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