Como veremos a continuación, la cocción de los alimentos es un proceso que desnaturaliza al mismo en gran medida, desperdiciando la mayoría de los beneficios nutritivos y terapéuticos que tiene. Obviamente no estamos hablando de aquellos alimentos que son difícilmente digeribles crudos, como la carne, cereales, legumbres, etc. Pero siempre existe una solución, por lo menos en el caso de los cereales y legumbres es posible aprovechar al máximo sus propiedades a través de su germinación. Muchos especialistas recomiendan un 80% de alimentos crudos en la dieta, especialmente frutas, verduras, brotes y frutos secos. Veamos el por qué de dicha recomendación...
Durante la cocción, bajo el efecto de
la agitación térmica, las moléculas chocan entre sí, se rompen y
se unen al azar a otras estructuras para formar nuevas combinaciones
muy complejas, algunas de las cuales no se encuentran en la
naturaleza. Este punto esencial ha sido señalado por Burger (1988) y
Comby (1989).
Los azúcares se polimerizan, los
aceites se oxidan, se polimerizan, se “ciclizan” más fácilmente
cuanto más insaturados sean. Por tanto, es mejor evitar calentar los
aceites de girasol, maíz y colza, ricos en ácidos grasos
insaturados. Los daños son menores en el aceite de cacahuete, que
sólo contiene un 30% de ácidos grasos insaturados (Mendy, 1986).
Pueden formarse isómeros:
- Azúcares simples de tipo L a partir de azúcares simples de tipo D.
- Aminoácidos de tipo D a partir de aminoácidos de tipo L.
- Ácidos grasos trans a partir de ácidos grasos cis.
Las enzimas únicamente actúan sobre
la sustancia original natural y no sobre el isómero. Se desconoce el
destino de los isómeros al traspasar la barrera intestinal. Quizás
sean inutilizables. En el peor de los casos, son perjudiciales, y
probablemente sea así.
Como observa Burger (1988), suele ser
suficiente una pequeña diferencia respecto a la molécula normal
para obtener una molécula que el organismo es incapaz de
metabolizar. Así, la 2-desoxiglucosa es muy parecida a la glucosa,
pero le falta un átomo de hidrógeno unido al segundo carbono. La
2-desoxiglucosa se transporta y absorbe por los mismos sistemas de la
glucosa, pero cuando llega a las células no puede ser transformada y
se acumula. [1]
Ya hemos comentado algunos datos sobre las enzimas en otros artículos aquí, pero es un tema de tal importancia que vale la pena ser algo redundante. Las enzimas están asociadas a la vitalidad y longevidad de una persona. Por eso la importancia de comer alimentos con un alto contenido enzimático y reducir al máximo aquellos que no sólo no aportan enzimas sino que consumen nuestra reserva enzimática para poder digerirlas. Es obvio entonces que los primeros aportan vitalidad mientras que los segundos la disminuyen.
Qué Son las Enzimas?
El Dr. Edward Howell ha estado
involucrado con la investigación sobre las enzimas mucho tiempo en
su carrera profesional, escribiendo finalmente un libro llamado
"Enzime Nutrition" (Nutrición Enzimática). En dicho libro
él declara:
"La vida no podría existir sin
enzimas. Las enzimas convierten los alimentos que comemos en
estructuras químicas que pueden atravesar las membranas de las
células que linean el tracto digestivo y hacia la circulación
sanguínea. La comida debe ser digerida para pasar finalmente a
través de las membranas celulares. Las enzimas también ayudan en
convertir la comida preparada y en nuevos músculos, huesos, nervios
y glándulas. Trabajando con el hígado, ayudan a almacenar los
excesos de alimentos para energía futura y necesidades
constructivas. También asisten a los riñones, pulmones, hígado,
piel y colon en sus tareas de eliminación. Quizás sería más
sencillo escribir sobre lo que las enzimas no hacen, ya que están
involucradas en todos los aspectos de la vida".
Existen tres tipos de enzimas: 1)
enzimas metabólicas, que realizan infinitas tareas en nuestro
cuerpo, 2) enzimas digestivas, que digieren los alimentos que
comemos, y 3) enzimas presentes en los alimentos vivos y crudos que
inician su digestión, ayudándonos a digerir nuestra comida. Las
enzimas metabólicas y digestivas son fabricadas por nuestros cuerpo,
mientras que las enzimas presentes en los alimentos vivos son
fabricadas por las plantas. Consumiendo alimentos ricos en enzimas
vivas, permitimos a nuestro cuerpo que use la energía de
manufacturación de enzimas digestivas para otras tareas metabólicas. [2]
Destrucción y Naturaleza de las Enzimas Alimentarias
El calentamiento de la comida mayor a
los 47.7 °C destruye las enzimas naturalmente presentes en la misma.
Este es un detalle muy importante para aquellas personas que buscan
una óptima salud y longevidad porque el cuepo necesita trabajar para
fabricar las enzimas eliminadas de la comida por la cocción.
El Dr. Howell escribió:
"Todos los alimentos sin cocinar
contienen abundantes enzimas digestivas, que se corresponden con los
aportes nutricionales del alimento. Por ejemplo, los alimentos
lácteos, aceites, semillas y nueces, que son relativamente altos en
grasa, también contienen concentraciones relativamente mayores de la
enzima lipasa que ayuda en la digestión de la grasa. Los
carbohidratos, como los granos, contienen una concentración mayor de
amilasa (que digiere el almidón) y menos cantidad de lipasa o
proteasa (que digiere proteínas)".
El profesor Artturi Virtanen,
bioquímico ganador del Premio Nobel, mostró que las enzimas son
liberadas en la boca cuando los vegetales crudos son masticados:
entran en contacto con la comida y comienzan su digestión. Estas
enzimas alimenticias no son desnaturalizadas por la acidez del
estómago, como algunos investigadores han especulado, sino que
permancecen activas a lo largo del tracto intestinal. [2]
Potencial Enzimático y Longevidad
De acuerdo a la investigación del Dr.
Howell, experto en enzimas, cada individuo tiene lo que el llama un
"potencial enzimático" o una "cuenta bancaria de
enzimas" y cuando éste se acaba, la vida del organismo termina.
Cómo se agota la cuanta bancaria de enzimas? De acuerdo al Dr.
Howell, lo hace con "altos retiros, y escasos depósitos"
de enzimas.
Muchos investigadores están ahora
convencidos que a cada uno de nosotros es dado un potencial
enzimático cuando nacemos. Este suministro, similar al suministro
energético de una batería nueva, tiene que durar toda una vida.
Mientras más rápido utilices el suministro enzimático, más corta
será tu vida. El hábito de cocinar la comida y comerla procesada
con químicos, y el uso del alcohol, drogas y comida chatarra, todos
consumen una tremenda cantidad de enzimas de nuestro suministro
limitado. Los resfriados y fiebres frecuentes también agotan el
suministro. Un cuerpo en tal estado de debilitamiento y deficiencia
enzimática es un objetivo perfecto para el cáncer, obesidad,
enfermedades cardíacas, u otras enfermedades degenerativas. Una vida
con tales abusos acaba con una trágica muerte a mediana edad.
"El tiempo de vida es inversamente
proporcional a la tasa de utilización del potencial enzimático del
organismo. El uso incrementado de enzimas alimentarias promueve un
decrecimiento en la tasa de utilización del potencial enzimático".
Una de las claves de la salud y la larga vida es consumir enzimas
alimentarias para que el cuerpo conserve las enzimas metabólicas y
las utilice para otras funciones.
"Algo llamativo sobre la
bancarrota enzimática es que puede proceder sin dolor, sin síntomas
inmediatos. La única advertencia podría ser un tardío mal
funcionamiento o un desajuste en algún órgano lejos del tracto
digestivo. Pero el diagnosticador, que desconoce la importancia de la
nutrición enzimática, tendrá una dificultad en conocer tal proceso
a la verdadera causa subyacente. Es así como una variedad de
enfermedades humanas pueden empezar".
Las enzimas también pueden desarmar a
los radicales libres. "Las manzanas, mangos y uvas contienen
enzimas llamadas peroxidasa y catalasa, que ayudan a desarmar a los
radicales libres".
La producción excesiva de radicales
libres está asociada al proceso de envejecimiento y a diferentes
enfermedades degenerativas. [2]
Efecto en los Órganos y Glándulas
"Antes, se consideraba que la
comida no tenía otro efecto además de la producción de calor y
energía de las grasas y carbohidratos, y la reparación de los
tejidos por las proteínas. Ahora se sabe que la comida puede cambiar
los órganos y los tejidos, incluido las glándulas, para bien o para
mal. El hecho de que la comida puede cambiar el tamaño y peso de
estas importantes glándulas (pituitaria, testículos, ovarios,
pancreas, adrenales y tiroides) ha sido demostrado una y otra vez por
experimentos cuidadosos en los últimos años. El profesor Jackson y
sus colaboradores en la Universidad de Minnesota alimentaron ratas
blancas con una dieta que contenía un 80% de azúcar (libre de
enzimas) y reportaron marcadas diferencias en el tamaño y el peso de
todos los órganos y glándulas principales".
"La comida tratada con calor,
refinada y sin enzimas causan las más drásticas desviaciones en el
tamaño y apariencia de la glándula pituitaria. Cuando los animales
fueron alimentados con dietas altamente restringidas en enzimas, el
daño en la pituitaria fue idéntico o similar a los encontrados en
humanos que subsisten con comidas convencionales con muy pocas
cantidades de enzimas ingeridas".
"La pituitaria es una glándula
endocrina que secreta una cantidad de hormonas que regulan muchos
procesos del cuerpo, incluidos el crecimiento, reproducción, y
varias actividades metabólicas. A menudo se la denomina la glándula
maestra del cuerpo".
El Dr. Howell explica cómo una dieta
donde predominen los alimentos cocidos causan un agrandamiento del
páncreas. "El páncreas debe enviar mensajes a todas las partes
del cuerpo buscando enzimas que pueda reprocesar en enzimas
digestivas. Incluso puede invadir el almacén de los precursores. En
caso de necesidad rogará, pedirá prestado o los robará. Cuando los
encuentra tiene trabajo que hacer. Cambiar las enzimas metabólicas
en enzimas digestivas significa un trabajo extra para el páncreas.
Debe hacerse más grande, así como un músculo crece con el
ejercicio... De cualquier manera, tu cerebro, corazón, arterias,
todos los órganos y tejidos sufren de una escaces en la mano de obra
enzimática". El páncreas también tiene que secretar insulina
para lidiar con las masivas cantidades de azúcar procesada que la
persona promedio consume en la actualidad. Esta combinación lleva a
una sobrecarga en el páncreas que puede llevar a su agrandamiento y
a enfermedades peligrosas de este órgano.
El Dr. Howell ha evaluado por varios
años más de cincuenta reportes presentados en la literatura
científica periódica sobre nutrición y el peso cerebral. Encontró
que los animales alimentados con una dieta "armada hasta los
dientes con minerales y vitaminas", pero completamente libre de
enzimas alimentarias tenían consistentemente menos pesos cerebrales
que los animales alimentados con una dieta que consistía en una
mezcla de alimentos cocidos y crudos. [2]
Las vitaminas son sustancias orgánicas
que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para llevar a cabo
cientos de funciones de construcción y destrucción. Muchos estudios
científicos mostraron que un alto consumo dietario de vitaminas está
asociado a la salud y un bajo consumo a la enfermedad.
Cómo se Destruyen? Importancia de
los Alimentos en su Estado Natural
- Vitamina A, es destruida con altas temperaturas y oxígeno.
- Vitamina B1, destruida por la exposición al calor, álcali o sulfitos.
- Vitamina B2, inestable a la luz, especialmente en la presencia de álcali.
- Vitamina B6, rápidamente inactivada por la presencia de calor, el sol o el aire.
- Vitamina B12, inestable en álcali caliente o soluciones ácidas.
- Ácido Fólico, destruido por el calor en un ph bajo, pérdidas por almacenamiento de comida en temperatura ambiente.
- Vitamina C, fácilmente destruida por la oxidación; el calor acelera el proceso. Se pierde con la cocción, particularmente si el agua en la cual fue cocinada se descarta. También existen grandes pérdidas si se cocinan con utensillos de hierro o cobre.
- Vitamina E, destruida por el calor.
Las almendras son una rica fuente de
Vitamina E en su estado crudo pero pierden un 80% de la misma al
tostarlas. [2]
Importancia de las Vitaminas
Muchas enfermedades pueden ser causadas
por deficiencia en vitaminas. Por nombrar algunas, la falta de
Vitamina A puede causar debilidad ocular, la falta de Vitamina B3
puede causar pelagra, la falta de Vitamina C puede causar escorbuto,
la falta de Vitamina D puede causar raquitismo. [2]
Sobredosis
Las vitaminas
solubles en agua o hidrosolubles (C, complejo B), al ser
sobreingeridas, generalmente son excretadas por el cuerpo a través
de la orina y no causan problemas. Las solubles en aceite o
liposolubles (A, D, E y K) son almacenadas en el hígado y en los
tejidos grasos hasta que el cuerpo los necesite. Por esta razón el
cuerpo puede vivir semanas consumiendo alimentos que sean deficientes
en ellas sin síntomas de su deficiencia. Sin embargo, el
almacenamiento de dichas vitaminas puede alcanzar niveles tóxicos si
son sobreconsumidas. [2]
Por qué NO Conviene Usar Suplementos Vitamínicos?
Existen relaciones
sinérgicas y opositoras entre algunas vitaminas y minerales. Por
ejemplo, las vitaminas A, D y E son mutualmente antagonistas entre
ellas, y es bien conocido que una hipervitaminosis de vitamina A
puede ser tratada con vitamina D, y viceversa. Un exceso del mineral
calcio en el cuerpo puede causar una deficiencia de vitamina A, y una
deficiencia del mineral zinc puede impedir que el cuerpo acceda a la
vitamina A almacenada en el hígado. La vitamina D puede volverse
deficiente con un exceso de magnesio. Por ello, los suplementos
indiscriminados o el consumo excesivo de alimentos fortificados
pueden causar un desequilibrio. Los alimentos en su estado natural
como Dios manda, tienen las vitaminas y minerales en tasas altamente
utilizables. [2]
La Importancia de Tomar Sol Diario
La Vitamina D es conocida como la
vitamina del sol. En otras palabras, cuando nuestros cuerpos se
exponen a la luz solar (usualmente con 20 minutos es suficiente), nos
administramos con nuestra Vitamina D necesaria. Un bebe puede obtener
toda su Vitamina D que necesite sólo exponiendo sus mejillas al sol
por cerca de 20 minutos. [2]
Las deficiencias en minerales causan
enfermedades en los humanos. Por ejemplo, el bocio, un agrandamiento
de la glándula tiroides (en la garganta), puede ser causada por una
deficiencia del mineral yodo. Cuando se agrega yodo a la dieta, el
bocio desaparece.
Muchos minerales se vuelven inútiles
con la cocción.
La Doctora en Filosofía Eleonore
Blaurock-Busch, establece en su libro "Análisis de Minerales y
Elementos Traza", "los compuestos con selenio son
inestables y durante la cocción se pierde dicho mineral". El
selenio es un mineral muy importante que nuestro cuerpo usa en muchas
formas. La siguiente es una lista de síntomas en caso de deficiencia
de selenio (del mismo libro): cataratas, depósitos de calcio en los
tejidos musculares, niveles elevados de colesterol, incremento en la
susceptibilidad al cáncer, pobre resistencia a las infecciones, etc.
El zinc es otro mineral que algunas
fuentes dicen que se vuelve inestable y que es destruido por las
altas temperaturas de la cocción. El zinc es esencial para el
funcionamiento correcto de más de 300 enzimas.
Las relaciones sinérgicas y de
oposición entre varios minerales y vitaminas son complejas. El
calcio y el fósforo trabajan sinérgicamente en la formación del
hueso siempre que estén balanceados. Sin embargo, cuando uno de los
dos es consumido en exceso, puede ocurrir problemas en la formación
del hueso. Las sodas y las aguas carbonatadas contienen ácido
fosfórico para mantener las burbujas en la solución. El consumo de
estos fluidos hechos por el hombre pueden sobrecargar al cuerpo con
fósforo y llevar a problemas en la densidad de los huesos. Los
productos animales son altos en fósforo y también pueden acarrear
problemas.
El calcio y el magnesio también tienen
una relación sinérgica y de oposición Ya que la leche de vaca es
bastante alta en calcio y baja en sodio, consumir productos lácteos
puede llevar a una deficiencia en magnesio. Este hecho contradice la
noción ampliamente extendida de que consumir altas cantidades de
calcio a través de los productos lácteos es la mejor manera de
combatir la osteoporosis. El estudio de 12 años "Harvard Nurses
Health Study", que consistía de 78,000 enfermeras, mostró que
aquellas que bebían un vaso de leche diario tenían un riesgo 1 vez
y medio mayor de fracturas de cadera que aquellas que bebían y vaso
o menos por semana.
Los países con el mayor consumo de
lácteos tienen las estadísticas más altas de osteoporosis,
mientras que los países con menor consumo de lácteos tienen las
menores.
La mejor fuente de minerales son la
frutas y vegetales orgánicos, especialmente los vegetales marinos
(algas). La manera más rápida de ingresar minerales al organismo es
hacer un jugo de vegetales y frutas, o consumir polvos de hierbas de
cereales como el trigo o la cebada. Estos pastos de cereales
deshidratados son conocidos como supercomidas. [2]
De acuerdo al Instituto Max Planck de
Investigación Nutricional en Alemania, la proteína, al ser
cocinada, es sólo biodisponible un 50%.
La Organización Mundial de la Salud
recomienda que el 5% del total de calorías dietarias provengan de
las proteínas. Este nivel es fácilmente alcanzable en una dieta
herbívora. Por ejemplo, las naranjas tienen un 9% de calorías en
proteínas, el zucchini un 17%, el brócolo un 42%, el coliflor un
31% y el choclo un 13%.
Según el Doctor en Medicina John
McDouglall, "la proteína es tan abundante en los alimentos
herbívoros que es imposible para cualquier nutricionista o
científico diseñar una dieta compuesta de alimentos herbívoros
(almidones y vegetales) y que, al mismo tiempo, sea deficiente en
proteínas".
En su libro, "Disease-Proof Your
Child", el Doctor en Medicina Joel Fuhrman establece, "La
proteína es ubicua; está contenida en todos los alimentos, no sólo
en los productos animales. La deficiencia proteica no es asunto para
nadie que viva en el mundo desarrollado. Es casi imposible consumir
poca proteína, no importa lo que comas...".
La doctrina Wendt, una investigación
de 30 años, muestra los efectos dañinos de un exceso en el consumo
de proteínas concentradas (carne, leche, huevo) al obstruir el
sistema, agotar el oxígeno y nutrientes de las células y crear un
ambiente ácido, una condición que lleva eventualmente a
enfermedades degenerativas.
Según el Physicians Committee for
Responsible Medicine, el exceso de proteína ha sido relacionado con
la osteoporosis, enfermedades renales, piedras de calcio en el tracto
urinario y algunos cánceres.
Debido a que una dieta rica en
alimentos herbívoros pueden proveer toda la proteína necesaria, no
hay necesidad de preocuparse en la cantidad de proteína en la dieta,
a menos que se sufra de una pobre digestión y absorción. En tal
caso, una correcta masticación, enzimas digestivas suplementarias
(basadas en plantas) y una limpieza del colon pueden ayudar. [2]
Efectos Químicos Sobre las Proteínas
Cuq y Lorient (1992) han analizado las
proteínas de forma exhaustiva. La cocción tiene múltiples
consecuencias:
- Modificación de la estructura espacial. Si bien no se rompe ningún enlace covalente y la estructura primaria no resulta afectada, se rompen enlaces de hidrógeno y se refuerzan los enlaces hidrófobos intramoleculares, lo que produce un cambio de la estructura espacial.
- La glutamina y la asparagina sufren una desamidación.
- La cisteína y la cistina son sometidas a una desulfuración.
- La fosfotreonina y la fosfoserina sufren una desfoforilación.
- La arginina produce residuos de citrulina u ornitina, con liberación de urea.
- El triptófano genera derivados carbolínicos, las carbolinas alfa, beta y gamma. La gammacarbolina reforzada por la betacarbolina es un agente potencialmente cancerígeno.
- El ácido glutámico da también origen a potenciales derivados cancerígenos.
- La lisina, la ornitina y la fenilalanina también generan carbolinas.
- Modificación de las cadenas laterales de los residuos de aminoácidos.
- Interacciones entre varias proteínas
- Forman puentes covalente isopeptídicos.
- Forman puentes covalentes de tipo lisinoalanina, ornitoalanina o lisinometilalanina.
- Interacciones entre proteínas y glúcidos reductores. Se trata de las famosas reacciones de Maillard, puestas de manifiesto por este químico en 1916 y que han dado lugar a numerosos trabajos. Se producen entre el grupo amino de las proteínas y el grupo carbonilo de los azúcares. Se desarrollan en tres etapas, y derivan en la formación de sustancias cada vez más complejas:
- Durante la primera etapa se forman aldosaminas (compuestos de Heyns) y cetosaminas (compuestos de Amadori). Estos dos productos son prácticamente incoloros. El derivado de Amadori obtenido a partir de la lisina y de la lactosa representa el 70% de la móleculas de Maillard presentes en la leche caliente.
- Durante la segunda etapa, los compuestos de Heyns y de Amadori se transforman en premelanoidinas, cuyos colores y aromas son variados y suelen ser apreciados por los consumidores. Las premelanoidinas están presentes en el olor a tostado de los alimentos calentados.
- Durante la tercera etapa se constituyen los polímeros de color marrón, denominados melanoidinas
Los compuestos que aparecen en el
transcurso de las dos primeras etapas son absorbidos parcialmente por
los intestinos y después metabolizados. Las melanoidinas, que tienen
un peso molecular elevado, no atraviesan la mucosa del intestino
delgado. Podría ser de otro modo en caso de hipermeabilidad por
disyunción de los enterocitos, fenómeno no observado en diversas
enfermedades.
Principalmente podríamos preguntarnos
cuál es el destino de estas grandes moléculas una vez han
atravesado la barrera intestinal. Algunos compuestos de Maillard son
insolubles en agua y resistentes a las enzimas proteolíticas.
Tampoco la leía o los detergentes pueden romperlos. Nada se opone a
la acumulación de estas sustancias sin modificación de su
estructura, si no en las células, al menos en el medio extracelular. [1]
La fibra es esencial para la salud
humana y un corto suministro de la misma en la dieta puede promover
varias enfermedades en el tracto digestivo. La fibra alimentaria
ayuda a retrasar la digestión, manteniendo estable el azúcar en
sangre y el hambre a raya. La fibra ayuda a prevenir el cancer de
colon y recto, la constipación, la diverticulosis y la mayoría de
las enfermedades de los bajos intestinos. Incluso aquellos que
consumen una dieta alta en fibra de vegetales cocinados podrían no
estar obteniendo la fibra necesaria para prevenir las enfermedades ya
que la fibra es parcialmente destruída por la cocción.
Todos los productos animales, lácteos
y huevos carecen completamente de fibra. Por otro lado, todas las
frutas, vegetales, legumbres, nueces y granos contienen una amplia
cantidad de fibra en su estado natural y sin procesar.
Las estadísticas modernas muestran que
en Africa la dieta promedio tiene aproximadamente siete veces más
fibra que la dieta americana; los problemas de colon y recto son
raros allí, mientras que son muy comunes en los EEUU.
Si eliges los suplementos de fibra en
lugar de obtener tu fibra de los vegetales y frutas crudos deberías
saber que los suplementos de fibra de psilio absorven 40 veces más
su peso en agua. Si no hay una cantidad suficiente de agua en los
intestinos para hidratar la fibra, deshidratará los intestinos y
causará constipación. Algunas marcas de fibra de los supermercados
contienen colorantes artificiales que son conocidos por causar
cáncer.
Lo mejor como suplemento de fibra son
las semillas de lino. Además de ser altamente nutritivas, tienen un
50% de fibra soluble y un 50% de fibra insoluble, así que absorven
menos agua que otras fibras. También contienen un aceite que
lubrican los intestinos. [2]
Los ácidos grasos esenciales son
extremadamente importantes para la salud y la vitalidad. Las
deficiencias en los mismo están correlacionadas con enfermedades
degenerativas incluyendo enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes,
esclerosis múltiple, aflicciones de la piel, piel seca, sindrome
premenstrual, problemas de comportamiento, pobre curación de
heridas, artritis, atrofia glandular, sistema inmune debilitado y
esterilidad.
Dos ácidos grasos absolutamente
esenciales son el ácido alfa linolenico (omega 3) y el ácido
linoleico (omega 6). Ambos deben ser proveídos por la dieta.
Los expertos concuerdan en que: "El
calor destruye los ácidos grasos esenciales. Peor aún, resulta en
la creación de radicales libres peligrosos".
El ácido graso omega 3 es encontrado
en altas cantidades en las semillas de lino, aceite de lino y aceite
de nuez. El ácido omega 6 es encontrado en altas cantidades en el
aceite de semillas de girasol sin refinar. [2]
En el Instituto de Química Clínica en
Lausanne, Suiza, Paul Kouchakoff ha hecho una investigación
exhaustiva sobre la leucocitosis digestiva. La leucocitosis digestiva
es un fenómeno en el cual los glóbulos blancos de la sangre
(leucocitos) aterrizan en los intestinos una vez que entra al cuerpo
comida cocida.
Antes del trabajo de Kouchakoff, se
pensaba que la leucocitosis digestiva era perfectamente normal. Pero
Kouchakoff encontró que cuando se come comida cruda, la leucocitosis
digestiva no ocurría. De hecho, descubrió que si se come algo de
comida cruda antes de algo cocido, tampoco ocurría.
La investigación de la Dra Jamey Dina
sugiere que manteniendo la temperatura de la cocción menor a 180°F
(o 76°C) se previene la ocurrencia de leucocitosis.
Si cada vez que comemos llegan a los
intestinos una bandada de leucocitos, día tras día, entonces el
sistema inmune no podrá funcionar óptimamente para el resto del
cuerpo. Comer comida cruda o a baja temperatura de cocción permite a
los glóbulos blancos sanguíneos estar libres para otras tareas y
ayudar al cuerpo a resistir la enfermedad. [2]
El New York Times en el 2002 reportó
que cocinar la mayoría de los alimentos almidonados produce altas
concentraciones de un químico carcinógeno llamado acrilamida, que
es un conocido causante de cáncer en animales de laboratorio.
En EEUU, la Agencia de Protección
Ambiental (EPA), limita la cantidad de acrilamida permisible en el
agua potable pero no regula los niveles permisibles en la comida. Las
papas fritas tienen niveles de acrilamida varios cientos de veces
mayores que los que la EPA permite en el agua potable. De todos
modos, los consumidores no tienen idea que el proceso de cocinar crea
riesgos a la salud.
El 25 de Junio del 2002, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó una reunión de
emergencia de tres días en Ginebra para evaluar el reciente
descubrimiento que ciertos alimentos almidonados populares, como las
papas fritas y el pan, contienen un químico que produce cáncer.
Nunca antes la agencia había reunido tantos expertos tan rápido
para evaluar la seguridad alimentaria. Jorgen Schlundt, director del
Programa de Seguridad Alimentaria, le contó a la ABC News: "Esto
no es otro susto alimentario. Es un asunto donde encontramos una
sustancia en los alimentos que podría causar cáncer, y en
cantidades significativas".
La alarma se disparó en Abril del 2002
con los anuncios de científicos suecos que habían testeado más de
100 elementos alimentarios y descubierto que los productos de papa y
cereales que fueron freído y horneados podrían contener altos
niveles de acrilamida, un químico usado para hacer plásticos y
tintes que ha causado cáncer en animales. "Fue una sorpresa
porque no había sido considerado como un proceso normal que
podríamos obtener acrilamida de nuestra comida", decía
Schlundt. Los investigadores dicen que es por el calor. Mientras
mayor es la temperatura de la cocción, mayores son los niveles de
acrilamida. Algunos investigadores dicen que la acrilamida se debe al
aceite presente en los alimentos almidonados.
Se descubrió que el pan contiene 50
microgramos de acrilamida. Los cereales, galletas y papas fritas
contenían 160, 410 y 1200, respectivamente. A partir del estudio
sueco, los científicos de varios países europeos han testeado
muchas de estas comidas con resultados similares. [2]
Los estudios científicos han relevado
que la comida asada puede ser peligrosa para tu vida. "Los
animales desarrollan tumores del colon, pecho y próstata cuando son
alimentados con los mismos químicos que se crean en las altas
temperaturas del asado", dice Jim Felton, científico del
Lawrence Livermore National Laboratory en California.
De 40 estudios en humanos, cerca del
70% ha correlacionado aumentos en el riesgo de cáncer con altos
consumos de carne bien cocida a altas temperaturas.
El problema a la salud potencial surge
de dos factores inherentes al asado: las altas temperaturas y el
humo. Ambos crean químicos que pueden causar mutaciones genéticas y
un crecimiento sin límites de las células cancerosas.
Las parrillas toman altas temperaturas,
algunas veces alcanzando los 600°F (315°C). Cuando se cocina bien
la carne, los químicos conocidos como aminas heterocíclicas (AHC)
se forman en la comida. Las AHC se crean cuando los aminoácidos
(bloques de las proteínas) y la creatina (químico encontrado en los
músculos) reaccionas a altas temperaturas. Analizando las carnes de
músculo cocinadas, los investigadores han encontrado 17 diferentes
AHC que podrían aumentar el riesgo de cáncer.
En 1999, un estudio del National Cancer
Institute examinó los hábitos alimenticios de los pacientes con
cáncer. Concluyó que comer un promedio diario de 10 gramos de carne
bien cocida o jugosa a altas temperaturas, incrementa el riesgo de
cáncer de colon un 85%.
El humo del asado contiene benzopireno,
un potente carcinógeno en animales, particularmente del tracto
gastrointestinal.
Un estudio del 2001 del National Cancer
Institute encontró niveles significativamente altos de benzopireno
en comidas cocinadas en la parrilla, particularmete bifes, pollo con
piel y hamburguesas.
En Abril del 2004 el Readers Digest
tenía lo siguiente para decir sobre las carnes ahumadas. "El
ahumado ha sido esencial para preservar la carne y el pescado. Pero
cientos de compuestos han sido identificados en el humo, incluidos
alcoholes, ácidos, fenoles, y otros varias sustancias tóxicas y
posibles causantes de cáncer... las carnes curadas tienen alto
contenido de nitratos (el mismo problema con los encurtidos) que
combinados con los aminoácidos durante la cocción y la digestión
forman nitrosaminas cancerígenas...". [2]
[1] Extraído del libro "La Alimentación, la 3ra Medicina" del Dr. Jean Seignalet
[2] Extraído del libro "Raw Food Bible" (La Biblia del Crudivorismo) del Naturópata Craig Sommers
https://isopatent.com/
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