El
levantamiento abdominal (Uddhiyana Bandha, en sánscrito) es un
ejercicio valioso no sólo por su valor físico, sino por la manera
en que influye sobre nuestro desarrollo psíquico ya que nos ayuda a
lograr un mayor control sobre nuestras emociones. [1]
Nos
dice Swami Sivananda, el yogui médico: “Uddiyana bandha es para la
humanidad una bendición. Da salud, fortaleza y longevidad a quien la
practica. Uddiyana y Dhauti no tienen equivalente en ningún sistema
de educación física oriental y occidental”. [2]
Uddiyana
Bandha tonifica los músculos abdominales y los del estómago en
particular, aliviando además, las molestias producidas por los
gases, el estreñimiento, la indigestión y los trastornos del
hígado. Se la considera ideal para fortalecer los nervios que tienen
su raíz en el plexo solar, condición que ayuda al crecimiento
psíquico y espiritual. [1]
Técnica
Póngase
de pie con las piernas separadas y los pies a unos 30 centímetros
uno del otro; inhale profundamente y exhale primero por la nariz y
luego por la boca con fuerza, dejando caer el tronco hacia adelante y
hacia abajo.
Entonces,
sin volver a inspirar, lleve los músculos abdominales hacia adentro,
debajo de las costillas. Coloque sus manos firmemente sobre los
muslos, los dedos de las manos hacia dentro, doble ligeramente las
piernas y adelante un poco el tronco pero sin bajarlo. El diafragma
se levantará fácilmente. Permanezca en esta postura mientras pueda
retener el aliento. Al inhalar, vuelva a estirar las piernas, eleve
el tronco, relájese y respire normalmente.
Repita
este ejercicio sólo una vez. Gradualmente, puede llegar a repetirlo
hasta siete veces, añadiendo una repetición por semana. [1]
Condiciones
previas a su ejecución [2]:
- Es preciso estar en ayunas.
- Para que el diafragma pueda subir, los pulmones han de estar vacíos durante todo el ejercicio.
- La faja de músculos abdominales ha de relajarse y permanecer en actitud pasiva; de estar contraídos se opondrían a la acción de la presión atmosférica; los músculos abdominales, por lo tanto, no trabajan durante el ejercicio.
- El diafragma sube hasta su posición más alta posible como consecuencia de una falsa inspiración torácica.
- Para terminar dejar primero que la caja torácica y el abdomen recuperen su amplitud normal y su posición habitual. Entonces, pero únicamente entonces, podéis inspirar; de esta forma el aire entrará en los pulmones con más suavidad.
Agnisara
Dhauti
Uddiyana
bandha conduce inevitablemente a agnisara dhauti. El dhauti consiste
en una serie de uddiyanas de repetición sin tomar aliento: en cuanto
el vientre se retrae inmediatamente se deja que vuelva a su posición
normal, para volverlo a retraer a continuación, y así sucesivamente
hasta que la falta de aire interrumpa el ejercicio. Se descansa un
poco y a continuación se vuelve a empezar.
Al
principio hay que actuar con lentitud para, a continuación, ir
acelerando hasta el ritmo de una retracción por segundo y en series
ininterrumpidas de cincuenta o sesenta sin tomar aliento. [2]
Contraindicaciones
[2]
- Afecciones agudas de los abdominales: colitis, apendicitis, etc.
- Quienes sufran alguna enfermedad cardíaca grave.
- No debe producir dolor su ejercicio.
Efectos
Abdomen. Masajean y machacan las vísceras y aceleran
la circulación sanguínea abdominal (ningún órgano queda fuera del
alcance de su acción). Se estimula todo el tubo digestivo; la
digestión se hace fácil y desaparece la dispepsia. El estómago se
aprovecha de uddiyana, que vacía la bolsa de todo resto de jugos
gástricos, sobre todo si padece de ptosis; además, en esta
civilización de grandes tragones, casi todo el mundo tiene el
estómago más o menos deformado. Estimulan y descongestionan el
hígado, que está situado debajo mismo del diafragma, así como el
páncreas. Se vivifican los riñones; se produce un aumento de la
diuresis, se tonifican las suprarrenales, se descongestiona el
conducto genitourinario y se alivian las ptosis. Combate la aerofagia
provocando la evacuación de los gases acumulados. También el bazo
resulta activado y estimulado.
Plexo Solar. Al retener el aliento, uddiyana actúa
sobre el neumogástrico, restableciendo el equilibrio
neurovegetativo. Estimula el plexo solar como consecuencia del
estiramiento de toda esta región, englobando también en su acción
el plexo celíaco.
Cavidad Torácica. Al crearse la depresión citada en
la caja torácica, interesa también al diafragma, los pulmones y el
corazón. Restituyen la movilidad del diafragma. Actúan sobre los
pulmones, estimulándolos a la par que les da elasticidad mientras
que al contenerse la respiración con los pulmones vaciós los
fortalece. El corazón, se ve sometido a un masaje provocado por el
repetido levantamiento del diafragma. [2]
[1]
Extraído del libro “Hatha Yoga, el camino a la salud” de David
Lifar.
[2]
Extraído del libro “Aprendo Yoga” de Andre Van Lysebeth.
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