Muy buenos días a todos. Hoy vamos a hablar de un tema que
seguramente será muy raro para mucha gente que está tan
acostumbrada a la forma de vivir y de hacer las cosas. A muchas
personas le parecerá extraño o asqueroso comer con las manos, como
si hubiesen nacido con tenedores y cuchillos. Y más extraño todavía
les parecerá esta forma de ir al baño que propone nuestro amigo
Daniel Reid, autor del reconocido libro sobre el taoismo ya nombrado
anteriormente. Seguramente en algún otro artículo compartiré con
ustedes dicho libro, fácilmente conseguible para descargar en
internet, y muy recomendable para su lectura.
Bueno, veamos que nos cuenta sobre lo antinatural que resulta evacuar
nuestros desechos (así suena más bonito que cagar) en el inodoro y
cuál sería según el mismo la correcta forma de hacerlo.
La
Excreción: “En Cuclillas Se Hace Mejor”
Eche
un vistazo a la naturaleza y comprobará que todos los animalesse
acuclillan para defecar. Incluso nuestros más cercanos antepasados,
los primates, se ponen en cuclillas con las rodillas contra el pecho
para “hacer sus necesidades”. Lo que tal vez le pase por alto, no
obstante, es el hecho de que esta forma natural se utiliza en Asi,
África y el Cercano Oriente.
Tan
sólo en el Occidente industrializado, donde se inventó el moderno
retrete (o inodoro),
la gente se acostumbra a “sentarse” (somo
vagos hasta para cagar) para defecar al igual que lo hace
para comer. No es de extrañar que todo el mundo occidental sufra de
estreñimiento crónico, hemorroides y otros problemas debidos al
hecho de evacuar los intestinos en posición sentada. Si bien los
retretes modernos pueden ahorrar a sus piernas el esfuerzo necesario
para ponerse correctamente en cuclillas, para sus intestinos
equivalen a un instrumento de tortura, y los problemas que causan en
absoluto compensan la comodidad que proporcionan.
Al
sentarse en el retrete, el extremo inferior del colon descendente
queda doblado, cosa que exige un importante esfuerzo muscular para
evacuar los intestinos. La intensidad de este esfuerzo puede hacer
estallar u obstruir los minúsculos capilares que alimentan el
esfínter anal, dando lugar a las consiguientes hemorragias. Al
acuclillarse, el colon se alinea naturalmente con el recto y el ano,
que se abre por completo y sin esfuerzo alguno. De esta manera, la
evacuación se produce de una forma natural, no forzada. Puesto en
cuclillas, podrá evacuar muchas más heces de una vez de las que
jamás podría evacuar “en una sentada”. Además, debido a la
plena apertura de las nalgas, la posición acuclillada resulta
también mucho más limpia que la sentada, cosa que le permitirá
ahorrar dinero en papel higiénico.
Para
acuclillarse en un retrete occidental basta con alzar la tapa de
asiento y ponerse de pie en el borde de la taza, para entonces
acuclillarse lentamente hasta que las rodillas hagan presión sobre
el pecho. Si va descalzo, acuclíllese sobre la tapa de asiento en
vez de hacerlo sobre el borde. Cualquier lavabo, toallero o anaquel
que quede a mano le servirá para apoyar el brazo y mantener más
fácilmente el equilibrio. Si tiene la espalda y las rodillas
demasiado débiles para sostener su peso en cuclillas, puede
construir un armazón de madera en torno a la taza del retrete que le
sirva de apoyo para los brazos. En esta postura, los movimientos
intestinales son tan rápidos, eficientes y carentes de esfuerzo que
una vez se acostumbre a hacerlo de esta manera ya no volverá a
torturar sus intestinos en la postura sentada.
Un
colon limpio y sin obstrucciones es uno de los más importantes
requisitos previos en el camino hacia la salud y la larga vida. Tal y
como expuso el alquimista y escritor taoísta Ko Hung:
“Quienes
aspiren a la longevidad
deben
mantener limpio su intestino;
quienes
deseen retrasar la muerte
deben
mantener su intestino libre de obstrucciones”. [1]
[1] Extraído del libro “El Tao de la Salud, el Sexo y la Larga
Vida” del autor Daniel Reid.
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