Para ampliar el
anterior y pequeño artículo con el mismo título, que puedes ver
aquí, presentaremos la información dada por el Fondo Mundial de
Investigación contra el Cáncer (WRCF). Esta información está
orientada a toda persona que quiera reducir su riesgo de cáncer lo
máximo posible. Teniendo en cuenta las estadísticas mundiales de
cáncer también presentadas por esta entidad y presentadas a
continuación, podemos notar que la mayor incidencia de cáncer se da
en los países más desarrollados.
Argentina está en el puesto 46.
Podríamos también
deducir que el mayor riesgo de cáncer se encuentra en nuestros
hábitos cotidianos, característicos de la sociedad moderna: hábitos alimenticios, sedentarismo, estrés, etc. Entonces, para evitar el
cáncer es importantísimo cambiar nuestra forma de vida, la cual nos
lleva a dicha enfermedad. Veamos cuáles aspectos de nuestra vida
recomiendan mejorar el WRCF.
El Valor de los Alimentos Vegetales
Comer más de
una variedad de cereales integrales, legumbres, vegetales y frutas.
Basar nuestras dietas en alimentos vegetales (cereales integrales,
legumbres, vegetales y frutas), que contienen fibra y otros
nutrientes, puede reducir el riesgo de cáncer. Estos alimentos
contienen mucha fibra y agua, y tienden a ser bajos en densidad
energética, lo que significa que pueden ser útiles en mantener un
peso sano.
Me gustaría agregar aquí que las frutas y vegetales cuentan con
varias sustancias denominadas fitoquímicos, muchas de ellas con
efectos anticancerígenos, entre otros. En algún otro artículo
hablaremos de los fitoquímicos y en los alimentos en los que podemos
encontrarlos.
La
investigación muestra que los vegetales y las frutas probablemente
protegen contra una variedad de tipos de cáncer, incluyendo:
boca, faringe y laringe
esófago
estómago
pulmón
Nuestra más reciente actualización
sobre el cáncer intestinal encontró fuerte evidencia que los
alimentos que contienen fibra dietaria decrementa el riesgo de cáncer
intestinal. Estos alimentos incluyen los panes y pastas integrales, y avena. Se piensa que la fibra tiene muchos beneficios, inclusive en ayudar a
acelerar que tan rápido la comida se mueve a través del sistema
digestivo.
Los vegetales y frutas podrían proteger contra el cáncer porque
contienen minerales y vitaminas, que ayudan al cuerpo a mantenerse
saludable y fortalecen el sistema inmune.
También son fuente de fitoquímicos. Estos pueden ayudar a
proteger las células del cuerpo del daño que pueda llevar al
cáncer.
Los alimentos vegetales también pueden ayudarnos a mantener un
peso saludable porque la mayoría son de baja densidad energética.
Dato:
Cerca del 12% del cáncer intestinal en el Reino Unido podrían
prevenirse haciendo que la gente coma más comida que contenga fibra.
Qué son los vegetales?
Existen alguna categorías principales de vegetales. Trate de
comer estos tipos de alimentos en sus comidas principales.
Cereales integrales y legumbres (trigo integral, lentejas).
Vegetales y frutas.
Raíces y tubérculos (papa, zanahorias).
Alimentos no integrales (arroz blanco, pasta y pan).
Lo mejor es escoger de las dos primeras categorías y basar
nuestra dieta en ellas.
Algunas recomendaciones:
Mantener un Peso Equilibrado y Sano
Luego de elegir no fumar más,
mantenerse en forma es la manera más importante con la cual puedes
reducir tu riesgo de cáncer. Mantener un peso sano también puede
ayudar a reducir tu riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes tipo
2.
Qué es un peso sano?
Una de las formas más fácil de
verificar si tienes un peso sano es midiendo tu BMI. Este calcula si
te encuentras en un rango de peso saludable para tu altura, así que
es una guía útil para adultos. Un BMI sano para hombres y mujeres
es entre 18,5-24,9.
Dato: La grasa corporal está
relacionada a un 15% de los casos de cáncer pancreático en el Reino
Unido.
La evidencia que estar con sobrepeso
aumenta el riesgo de cáncer es mayor ahora que nunca. De hecho, los
científicos creen que, luego de no fumar, mantener un peso sano es
lo más importante que puedes hacer para prevenir el cáncer.
Existe una fuerte evidencia que
estar fuera de peso incrementa el riesgo de los siguientes tipos de
cáncer:
Estar con sobrepeso probablemente también incremente el riesgo de
cáncer de vesícula.
Los científicos creen que existen varias razones para la relación
entre la grasa corporal y cáncer. Por ejemplo, la investigación
muestra que las células de grasa liberan hormonas como el estrógeno,
que pueden incrementar el riesgo de cáncer como el cáncer de mama.
Los estudios también mostraron que la grasa, particularmente si
está almacenada entre la cintura, anima al cuerpo a producir
“hormonas de crecimiento”. Tener un alto nivel de dichas hormonas
está relacionado a un mayor riesgo de cáncer.
Cómo mantener un peso sano?
Elegir alimentos que son
bajos en densidad energética. “Densidad Energética” es un
término que describe cuántas calorías tiene un alimento
relativamente a su peso. Para mantener un peso sano, es mejor elegir
alimentos de baja densidad energética, que tienen menos calorías
pero son saciadoras porque contienen mucha agua y fibra. Un paso es
evitar la comida rápida y las bebidas azucaradas.
Vigilar los tamaños de las
porciones. Demasiado de cualquier comida puede causar un aumento
de peso, así que sólo come cuando tengas hambre y trata de parar
antes de sentirte muy lleno. Elige pequeñas porciones para
controlar más fácilmente cuánto comes.
Estar físicamente activo.
Mantenernos activos nos ayuda a quemar calorías, que son
almacenadas como grasa si no son usadas. Trata de incorporar alguna
actividad física en tu rutina diaria.
Realizar
Actividad Física
Mantente activo
al menos 30 minutos diarios.
Nuestro reporte
de expertos encontró fuertes evidencias de que la actividad física
ayuda a proteger contra el cáncer intestinal. Probablemente también
protege contra el cáncer de mama (en mujeres postmenopáusicas) y
cáncer de útero.
Los científicos todavía están investigando cómo la conexión
funciona exactamente, pero los estudios mostraron que la actividad
regular puede ayudar a mantener un nivel hormonal sano, que es
importante ya que mantener un alto nivel de algunas hormonas puede
aumentar el riesgo de cáncer.
La actividad física puede también fortalecer nuestro sistema
inmunitario y ayudar a mantener sano a nuestro sistema digestivo.
Dato: El 12% de los cánceres intestinales en el Reino
Unido pueden prevenirse haciendo que las personas estén fisicamente
más activas.
Qué tipo de actividad debo hacer?
Cualquier tipo de actividad es buena. Si puedes mezcla actividad
moderada con actividad vigorosa. La actividad moderada es aquella que
aumenta el ritmo cardíaco y te hace respirar más profundamente
(bailar, nadar). La actividad vigorosa eleva tu ritmo cardíaco tal
que aumentas tu temperatura, comienzas a sudar y te sientes sin
aliento.
Estar moderadamente activo por 30 minutos al día es un gran punto
de partida. Para máximos beneficios en nuestra salud, los
científicos recomiendan lograr 60 minutos o más de actividad
moderada cada día, o 30 minutos o más de actividad vigorosa.
Evitar Alimentos Energéticamente Densos
Evitar las bebidas azucaradas y limitar el consumo de alimentos
energéticamente densos (particularmente alimentos procesados altos
en azúcar agregada, o bajos en fibra, o altos en grasa).
La evidencia científica muestra que las dietas con muchos
alimentos energéticamente densos, particularmente los alimentos
procesados que con frecuencia son altos en azúcar y grasa, aumentan
el riesgo de volverse obeso o con sobrepeso, lo que a su vez
incrementa el riesgo de un rango de cánceres, incluidos el
intestinal y de mama.
La evidencia también muestra que los alimentos de baja densidad
energética ayudan a mantener un peso sano.
Existe una fuerte evidencia que consumir frecuentemente bebidas
azucaradas contribuye a ganar peso.
Qué son los alimentos energéticamente densos?
Toda la comida nos provee energía (calorías), pero algunos
alimentos contienen más energía por peso que otros. Los alimentos
con muchas calorías son conocidos como energéticamente densos.
Tienden a ser altos en grasa y/o azúcar y pueden contribuir a ganar
peso.
Eligiendo una dieta basada en alimentos con baja densidad
energética, puedes comer más comida pero estarías consumiendo
menos calorías. Estos alimentos son ricos en agua y fibra, y nos
ayudan a satisfacernos por más tiempo.
Qué hacer?
Eliminar o limitar los
alimentos procesados. En general, los alimentos más sanos son
los menos procesados, como vegetales, frutas, cereales integrales y
legumbres.
Cambiar las bebidas
azucaradas por alternativas saludables. El agua es siempre la
mejor opción.
Limitar el consumo de carnes rojas y derivados
Para reducir el riesgo de cáncer, no coma más de 500g (peso
cocinado) por semana de carne roja, como bifes, puerco y cordero, y
evita las carnes procesadas como jamón, tocino, salame, salchichas y
algunas salsas.
Aunque comer una gran cantidad de carne roja está relacionado al
cáncer intestinal, es una buena fuente de nutrientes incluídas las
proteínas, hierro y zinc. La evidencia muestra que comer hasta 500g
de carne roja por semana no aumenta significativamente el riesgo de
cáncer. Sin embargo, comer regularmente más que esto, incrementa el
riesgo de cáncer intestinal.
Dato: El 10% de los cánceres intestinales en el Reino
Unido podrían prevenirse reduciendo la cantidad ingerida de carne
roja.
La investigación ha mostrado que comer carnes procesadas (jamón,
salchichas, hamburguesa) puede incrementar el riesgo de cáncer. Si
comes carne, lo mejor es elegir la carne no procesada.
Exite una fuerte evidencia que comer mucha carne roja es una causa
de cáncer intestinal. Una posible razón es que el compuesto que le
da el color, hemo, podría dañar la revestimiento intestinal.
Los estudios también mostraron que las personas que comen mucha
carne tienden a comer menos alimentos vegetales, así que se
benefician menos de sus propiedades anticancerígenas.
También existe una fuerte evidencia de que las carnes procesadas
son causa de cáncer intestinal.
Cuando la carne es preservada ahumándola, curándola o salándola,
o por la adición de preservativos, pueden formarse sustancias que
causan cáncer (carcinógenos). Estas sustancias pueden dañar las
células del cuerpo, lo que lleva al desarrollo del cáncer.
Limitar el Consumo de Sal
Limite el consumo de comida salada y comida procesada con sal
(sodio).
Consumir mucha sal puede ser dañino para tu salud, incrementando
el riesgo de cáncer estomacal así como alta presión sanguínea. La
sal (cloruro de sodio) es el nombre común para un compuesto químico
hecho de sodio y cloruro. Nuestro cuerpo necesita sal en pequeñas
cantidades.
Algunas etiquetas alimentarias listan el contenido de sodio en
lugar de la cantidad de sal (el sodio es un componente de la sal).
Para saber cuanta sal contiene un alimento, multiplica el contenido
de sodio por 2.5. De acuerdo a NHS Livewell, un alimento alto en sal
contendrá más de 1,5g de sal por 100g. Un alimento con poca sal
contendrá menos de 0,3g por 100g.
Nuestra ingesta diaria de sal debería ser menor a 6g (2,4g de
sodio), realmente necesitamos mucho menos que esto. Actualmente, el
75% de la sal que comemos viene de los alimentos procesados como
cenas preparadas, queso, papitas, pan, bizcochos y carne procesada.
El 25% restante es añadido en la cocina o en la mesa.
Dato: La sal está relacionada a un 14% del cáncer
estomacal en el Reino Unido.
La investigación ha mostrado que la sal y los alimentos
preservados con sal son probablemente una causa de cáncer estomacal.
Los científicos creen que es porque una alta ingesta de sal puede
dañar el recubrimiento del estómago.
Algunas recomendaciones para reducir el consumo de sal:
Verifica las etiquetas de
los alimentos y selecciona productos con menos sal o sodio. Ten
en mente que los alimentos etiquetados como “bajo en sodio”
pueden aún ser bastante salados. Escoge alimentos sin sal (o
azúcar) añadida.
Reduce gradualmente, y luego
elimina, la cantidad de sal que agregas a la comida durante la
cocción y en la mesa. Tu sentido del gusto se debería ajustar
en algunas semanas, permitiendote disfrutar el verdadero sabor de
los alimentos y sentir otros sabores.
Usa condimentos, hierbas,
ajo y limón en lugar de sal.
Haz tu propia comida desde
el comienzo. Cocinar con ingredientes frescos te permite mayor
oportunidad para controlar la cantidad de sal en tu dieta.
Come carne fresca en lugar
de carne procesada. Evita comer tocino, carnes curadas y algunas
salsas ya que tienen altos contenidos de sal y también están
relacionadas con un mayor nivel de cáncer intestinal.
Limita la cantidad de snacks
salados para comer. Reemplaza los salados snacks, como las papas
fritas y los manís salados, con pequeñas porciones de frutas
deshidratadas o maní sin sal.
Eliminar o Limitar el Consumo de Alcohol
Si es que son consumidas , las
bebidas alcohólicas deberían limitarse a dos para un hombre y uno
para una mujer por día. Para prevenir el cáncer, recomendamos no
consumir nada de alcohol.
Dato: el 7% de los casos de
cáncer intestinal en el Reino Unido están relacionados al alcohol.
Existe una buena evidencia
científica que todos los tipos de bebidas alcohólicas son causa de
varios cánceres. En particular, existe una fuerte evidencia que el
alcohol aumenta el riesgo de cáncer de:
boca, laringe y faringe
esófago
mama
intestino (en hombres)
El alcohol probablemente también
incrementa el riesgo de cáncer de hígado así como de cáncer
intestinal (en mujeres).
Los científicos todavía investigan
cómo el alcohol lleva al cáncer. Una teoría es que el alcohol
puede dañar directamente nuestro ADN, incrementando nuestro riesgo
de cáncer.
Hay evidencia que sugiere que
pequeñas cantidades de alcohol podrían tener un efecto protector en
enfermedades cardíacas, pero los beneficios sólo sobrepasan los
riesgos en aquellas que particularmente tienen riesgo de enfermedades
cardíacas, como hombres mayores de 40 o mujeres postmenopáusica.
La investigación muestra que el
alcohol es particularmente dañino cuando se combina con el
cigarrillo.
Las bebidas alcohólicas ofrecen muy
pocos, si es que alguno, beneficios nutricionales y puede ser
sorpresivamente alto en calorías. Así que, limitando la cantidad
que bebes puede jugar un rol importante ayudando a perder peso y
mantener un peso sano, lo que a su vez ayuda a disminuir el riesgo de
cáncer.
Evitar el Uso de
Suplementos
Para prevenir el cáncer no use
suplementos dietarios. Elija una dieta balanceada con una variedad de
comidas en lugar de tomar suplementos.
Los suplementos dietarios contienen
vitaminas, minerales, hierbas o material vegetal. Pueden encontrarse
como píldoras, cápsulas, tabletas o líquidos y son usados para
suplementar la dieta, pero no debería considerarse como un sustituto
del alimento. Comiendo una dieta balanceada, rica en vegetales,
frutas y otros alimentos basados en plantas, la mayoría de nosotros
debería poder obtener los nutrientes que necesitamos. La
investigación también muestra que tomar altas dosis de algunos
suplementos puede ser dañino para la salud.
La investigación científica
muestra fuerte evidencia que altas dosis de suplementos de algunos
nutrientes puede afectar el riesgo de diferentes formas de cáncer de
formas impredecibles.
Algunos estudios han mostrado que
los suplementos pueden alterar el balance de nutrientes en nuestro
cuerpo. Se necesita investigar más, pero esta es una forma en la que
podría afectar el riesgo de cáncer. Los estudios han mostrado que
mientras que altas dosis de algunos suplementos pueden proteger
contra el cáncer, otros de hecho elevan el riesgo de cáncer.
Algunos grupos de personas podrían
beneficiarse de tomar suplementos. Estas son las situaciones más
comunes en la que un suplemento puede ser beneficioso:
Cualquier mujer en edad de
concevir e intentándolo, debería tomar suplementos de ácido
fólico antes de la concepción y hasta la semana 12 del embarazo.
Las mujeres embarazadas y
madres en lactancia deberían tomar suplementos de vitamina D y
posiblemente un suplemento de hierro si los niveles son bajos.
Los niños entre seis meses y
cinco años podrían beneficiarse tomando vitaminas A, C y D, aunque
los niños con un buen apetito que comer una gran variedad de
alimentos no los necesitarían.
Personas mayores con bajas
necesidades calóricas podrían necesitar suplementos de
micronutrientes en bajas dosis.
Personas mayores podrían
considerar tomar suplementos de vitamina D si no salen afuera
diariamente o se cubren mucho la piel
(ya que el sol incentiva la producción de vitamina D en la piel).
Consejos para una dieta equilibrada: