Bienvenidos! Hoy
voy a escribir algo que estuve investigando últimamente y que me
gustaría compartir con ustedes ya que hay mucha información confusa
sobre esto. Quiero presentar una parte de un artículo muy
interesante sobre el consumo de proteínas en nuestra dieta.
De dónde podemos
obtener las proteínas necesarias? De la carne, por supuesto. O por
lo menos, la mayoría de las personas piensa primero en la carne como
la mejor fuente de proteína, algo que cada vez está más
cuestionado por todo el mundo. Como ya vimos anteriormente en el
artículo sobre las maneras de evitar el cáncer, basado en el
estudio hecho por el Fondo Mundial de Investigación sobre el Cáncer
(WCRF), comer más de 500g de carne por semana aumenta el riesgo de
contraer cáncer intestinal. Entonces, de dónde sacamos las
proteínas? De las frutas, verduras, legumbres, cereales integrales,
semillas, germinados y brotes; alimentos mucho más fáciles de
digerir que las carnes y que producen menos desechos tóxicos. Todos
estos alimentos son fuente de proteína. Con una dieta variada es
imposible tener una deficiencia de proteína. Alternando en la semana
algunas comidas con cereales integrales con otras comidas con
legumbres (algunos no recomiendan comerlos en la misma comida)
tendremos todos los aminoácidos esenciales (bloques que componen las
proteínas) para nuestro cuerpo. Así de fácil. Ni hablar si
consumimos frutas, verduras, semillas, y una gran fuente de
aminoácidos como los brotes y germinados.
La proteína no se
usa una vez ingerida, sino que primero se reduce en sus componentes
esenciales, los aminoácidos, y éstos son los utilizados por el
organismo para construir las propias proteínas que necesite en
cualquier momento. Se sabe además que el cuerpo recicla gran parte
de los aminoácidos que utiliza, y que existe una reserva de
aminoácidos en el organismo, principalmente en el hígado. Si
tenemos en cuenta esto, claramente no parecería tan necesario
consumir gran cantidad de alimentos proteicos de forma diaria.
Muchos expertos
relacionan una dieta con alto valor proteico con diferentes
enfermedades y cada vez se cuestiona más la cantidad de proteínas
necesarias en la dieta. Veamos el artículo que les decía. Es algo
viejo: del 2001. Obviamente, está escrito por una organización
vegetariana. Después presentaré el punto de vista del ya muy
nombrado aquí autor de “La Antidieta”, Harvey Diamond.
La dieta vegetariana no tiene
absolutamente ningún problema con las proteínas, esto es sólo un
grave desconocimiento de nutricionistas y dietistas clásicos.
Incluso el problema de las dietas “normales” es precisamente el
exceso de proteínas, sobre todo de origen animal.
El hombre no necesita proteínas
sino aminoácidos; los aminoácidos de las frutas y vegetales se
dejan transformar fácilmente en proteínas sin recargar al organismo
y nos brindan absolutamente todos los elementos esenciales que
requerimos.
Si bien es cierto que los déficits
reales de proteínas traen una serie de efectos negativos, éstos no
son tan frecuentes debido a que el organismo es capaz de reciclar los
aminoácidos, este es un hecho muy conocido presente en cualquier
libro de texto de fisiología o bioquímica médica.
Los seres humanos en las condiciones
normales de nuestro modo de vida, somos capaces de reciclar el
setenta por ciento de los aminoácidos y de seguro que al estudiar
las condiciones de privación este porcentaje de reciclaje aumenta.
Como dije antes, lo que si es frecuente es lo contrario: los efectos
dañinos del consumo excesivo de proteínas.
Existe gran cantidad de información
verificable que muestra claramente la relación existente entre las
dietas de alto contenido de proteínas y las enfermedades cardíacas,
la hipertensión arterial, el cáncer, la artrirtis, la osteoporosis,
la gota y muchas otras enfermedades.
Las cantidades de proteínas que
realmente requerimos al día son realmente pocas, tal como dice
Arthur Guyton en su texto de Fisiología Médica: “No necesitamos
tanta proteína como se nos ha hecho creer” (Edición en inglés
1981).
“Se justifica el consumo de carne
ya que sus proteínas con las más parecidas a las del ser humano, y
ello asegurará el aporte de todos los aminoácidos esenciales”.
Esta afirmación casi justifica el
canibalismo pues las proteínas que más se parecen a las del ser
humano son las de él mismo, este sería el alimento ideal del ser
humano según tal escuela de pensamiento “científico”.
El reino vegetal produce los 23
aminoácidos que requerimos y si consumimos frutas, semillas y sus
brotes, leguminosas, tenemos de seguro todos los que necesitamos en
cantidades más que suficientes.
Uno de los postulados más ridículos
de la dietética clásica es que hay que comer todos los aminoácidos
esenciales cada día. Un concepto descuidado es el de reserva de
aminoácidos, establecido hace más de 20 años, pero no es sino
hasta fechas recientes que es reconocido como tal.
El cuerpo tiene una reserva de
aminoácidos en circulación tanto en el sistema sanguíneo como en
el linfático, pero además el hígado es capaz de tomar los mismos,
almacenarlos y reutilizarlos en momentos de necesidad. Existe un
tercer componente de la reserva de aminoácidos y es que las células
en general sintetizan más proteínas de las que requieren para el
mantenimiento de la vida, pudiendo hechar mano de los aminoácidos
requeridos cada vez que se precisa.
Ya vemos que si un día no
consumimos ningún aminoácido no nos sucederá ningún daño, el
organismo echa mano simplemente de su reserva, al contrario de lo que
enseña la dietética clásica.
Diego Alejandro Muñoz
BIBLIOGRAFÍA
GARCÍA Rafael, José. La
alimentación natural, el camino a la larga vida y la salud. San
Cristóbal, Venezuela, 1992.
ASTRON, Magnum. Cómo curar las
enfermedades incurables. Editorial Exitodinámica, Colombia, 1999
Extraído de
www.uva.org.ar
Veamos que nos
cuenta Harvey Diamond sobre el tema, respaldado por diversos estudios
científicos:
El tema de las proteínas, en su
totalidad, ha sido tan desproporcionadamente exagerado que es dudoso
que la gente se pueda sentir tranquila al respecto. Lo fundamental es
que, simplemente, no necesitamos tanta proteína como nos han hecho
creer. Antes que nada, el cuerpo humano recicla el 70 por ciento de
su residuo proteínico. En segundo lugar, el cuerpo humano solo
pierde aproximadamente 23 gramos de proteína por día, que se
eliminan a través de las heces, la orina, el pelo, la descamación
de la piel y la transpiración. Para reponer esa cantidad se
necesitaría comer aproximadamente 680 gramos de proteínas al mes.
En wikipedia
podemos ver que 1 kilo de carne nos aporta 200g de proteína!
Fuente:
es.wikipedia.org/wiki/Carne
El problema es que el exceso de
proteína no sólo lo priva a uno de energía (dado
que la proteína es de los más complicado de digerir para el
cuerpo), sino que también debe ser almacenada en el cuerpo
como desecho tóxico, lo cual significa un aumento de peso (en
el mejor de los casos) hasta que el organismo puede
disponer de la energía suficiente para librarse de él. Pero como al
día siguiente tiene que enfrentarse con un nuevo excedente, la
situación empeora.
Si comemos regularmente frutas,
verduras, nueces, semillas o brotes, estamos recibiendo todos los
aminoácidos necesarios para que el cuerpo construya la proteína que
necesita, lo mismo que los otros mamíferos que al parecer se las
arreglan sin comer carne.
Extraído del libro “La Antidieta” por Harvey Diamond
Cantidad Diaria
de Proteína
Ampliemos ahora,
con algunos datos relevantes, sobre la necesidad diaria de consumo de
proteínas. Como dijimos antes, no sólo se ha exagerado en la
cantidad de proteína necesaria (seguramente la industria de la
carne, leche y huevos tendrá algo que ver), sino que muchas
investigaciones relacionan un alto consumo proteico con diversas
enfermedades. En el libro “Cómo Vivir Sano” escrito por la
Asociación Interamericana de Biocultura y asesorado por el Dr. José
Luis Ignatov, encontramos algo de información sobre la cantidad
necesaria de proteínas en nuestra dieta. Dicha información coincide
en lo expuesto por el Nutricionista Harvey Diamond en su libro “La
Antidieta”. Esto es, que un consumo de 60 gramos diarios (y en
algunos casos 23 gramos) de proteínas es suficiente y que el resto
ingerido seguramente deberá eliminarse o tratarse como desecho ya
que no puede ser utilizado. Si llenamos un vaso con agua en algún
momento rebalsará. Lo mismo sucede si cargamos a nuestro organismo
con un consumo excesivo de proteínas. Veamos que dice el libro
mencionado:
Se han hecho largas experiencias en
diversas partes del mundo, y sus resultados contradicen a la creencia
popular de que la salud y la fuerza dependen de un gran suplemento de
proteínas.
El Dr. Russel H. Chittendon, de la
Universidad de Yale, en Nex Haven, Connecticut, como resultado de sus
experiencias, estableció una base de sesenta gramos de proteínas
como cantidad diaria que necesita una persona de 65 kilogramos de
peso. Por lo general, el pueblo, en su dieta diaria, excede en mucho
esta cantidad. ¡Imaginad qué carga es impuesta a los órganos
eliminadores cuando reciben siete veces más de proteínas de lo que
el cuerpo requiere!
Un dato antes de
seguir. Recordemos que un kilo de carne tiene 200g de proteína. Esto
es lo suficiente para más de tres días! Continuemos con lo
enunciado en el libro:
Los alimentos a base de carne no
solamente provocan un excesivo consumo de proteínas, sino que
también, por ser acidíferos (acidifican
al organismo), forman muchos residuos que retardan la
eliminación y predisponen al organismo a las enfermedades. Una dieta
de pocas proteínas, pero rica en bases (alimentos
alcalinos), resulta en menor cantidad de alimentos, menos
residuos, mejor eliminación, mejor salud mental y física, y mayor
poder de resistencia.
No hay peligro de deficiencia en
proteínas a no ser en casos de pobreza o hambre, o dolencias que
imposibiliten comer, o cuando hay parásitos intestinales que
absorven el alimento.
Hindhede, de Copenhague, mantuvo a
un hombre en perfecto estado de nutrición y en plena capacidad de
trabajo por muchos meses, con una dieta de proteínas dervidadas
exclusivamente de papas, en un promedio de 23 gramos diarios.
Extraído del libro "Cómo Vivir Más Sano" por la Asociación Interamericana de Biocultura
Bueno, hasta acá
llegamos. La idea era algo de información que oriente un poco más a
todos. Hay mucha más información sobre el tema y muchas
contradicciones también (y muchos intereses). Espero les haya
interesado. Saludos!
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